Vistas a la página totales

jueves, 22 de enero de 2015

Las luces del Victoria

Todos festejaban apenas había concluido la venta más grande que realizaron, desde hacia más de tres décadas. El Capitán contento y más aún su tripulación, subieron abordaron rápidamente y zarparon. Poco había que hacer en esa bahía y mucho que celebrar.
Desde hacía mucho tiempo, la crisis sembrada en las aguas de estos navegantes se apoderó hasta de sus almas. Ni para el pan, ni para el ron, ni para las familias, nada. Sin embargo, todo parecía que había cambiado repentinamente. 
Ni Colón padeció lo que aquello y pronto encontraron que tanto sacrificio, honra y lealtad a la causa, había dado sus frutos, aunque mucho tiempo debieron soportar para ver aquello. 
Las sirenas que miraban a lo lejos no comprendían los alaridos de la tripulación, ni tampoco el jolgorio. Se miraban unas a otras y más bien decidieron no darle importancia, creyendo que pronto acabaría la alegría, pues el destino de esa tribulación estaba sellado desde hace tiempo. 
Y es cierto, ni bien amanecía, el festejo concluyó, las alegrías y las risas se esfumaron tal cual espuma del mar que brama y la tristeza invadió al flotante. Qué había ocurrido, qué pasó, cómo de la noche a la mañana todo terminó. 
Pues así fue. Nadie se lo explicaba. Acaso las sirenas nuevamente hicieron de las suyas, o acaso alguno inesperado invadió y destruyó, o fue un desalmado amotinado, ¿qué aconteció?, cómo saberlo, nadie presenció nada, ningún testigo. Las luces del Victoria se habían ido. Se nubló para oscurecerse el panorama, y no solo la tristeza se apoderó de todos, sino también la angustia y la desesperanza. 
Todo finalizó
El Capitán había muerto, inesperadamente.


♥ Blogomagico
________________________
                                  
No olvides registrarte en: 
VOTAPUBLICA.COM
En Twitter: @votapublica 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario